Historia.
En 1898 ingreso en Japón el primer automóvil, un Panhard et Levassor frances, aunque la producción de automóviles japoneses se inicio a mediados de la década de 1900 con gran variedad de desafíos, la historia de su verdadero desarrollo se escribió después de la Segunda Guerra Mundial. Japón se considera una de las potencias automovilísticas.
Los motores de gasolina existían en Japón y se usaba en equipos estacionarios, por lo que no demoro mucho hasta que alguien los utilizó para propulsar un automóvil. El primer auto de gasolina que se conoce en Japón es el Takuri de 1907, hecho por Shintaro Yoshida, quien ya había hecho un auto con motor de vapor en 1902. Yoshida habia estado en Estados Unidos viendo la producción de varios fabricantes y en su regreso fundó Automobile Trading Company, con la idea de importar autos.
Yoshida fabricó tres de estos vehículos, el ultimo con un motor de dos cilindros opuestos, importados de Estados Unidos, con un desplazamiento que desarrollaba 12 Caballos de Fuerza (HP). Su transmisión era de dos velocidades y el eje trasero se movía por medio de una cadena que se conectaba con la transmisión, el chasis era de acero y la carrocería mayormente de madera. Era un vehículo lujoso, destinado a los mas altos de la escala social. Sin embargo, las dificultades de construir un auto así desanimaron a Yoshida, haciéndolo ver que el negocio de importar autos que otros hicieran eran era mas rentable.
Luego del terremoto de 1923, el gobierno japonés empezó a interesarse en la industria automotriz y ofreció una serie de subsidios a los fabricantes de camiones y equipo militar, por lo que Ishikawajima se olvidó de los Wolseley y empezó a fabricar camiones y buses, muchos de ellos basados en los que importó el gobierno japonés luego de la catástrofe. Esta también motivó a Ford y General Motors a invertir en plantas locales y en 1925 Ford abrió en Yokohama una fabrica que hacía camiones basados en el modelo T y luego camiones AA. Dos años después era General Motors quien abría en Osaka. la competencia de esas dos marcas, con vastos recursos finacieros y tecnológicos, sacaba del mercado a algunos fabricantes locales, como Hakuyosha y empujaba a que estos se olvidaran de la fabricación de vehículos pesados y se concentraran en los automóviles.
En 1930 Japón se había recuperado del terremoto e iniciaba la expansión, invadiendo Manchuria en 1931, lo que impulsó aun más la producción de vehículos. El primer intento de producción en serio fue el Datson de 1931, un auto que derivaba del DAT 41 pero que estaba inspirado en el Austin Seven de 1922. Contaba con un motor de 4 cilindros y 495 cc con válvulas laterales. En 1932 se le cambiaba el nombre a Datsun y el desplazamiento del motor se incrementaba a los 744 cc. Sobre este auto se construyó en 1935 una versión más moderna, llamada Datsun Tipo 14, que de acuerdo al London Times, era una amenaza potencial a la industria británica, similar a la que ofrecían los productos textiles de Japón.
En 1933 Toyota, aparecía en escena con un millón de Yen de inversión y su primer modelo el A-1 era presentado en 1935, con una carrocería que recordaba mucho al Chrysler Airflow y un motor de 6 cilindros con 3.4 litros y 62 HP, con lo que era el auto más rápido de los que se fabricaban localmente.
En diciembre de 1941, días antes de entrar en guerra con Estados Unidos, la producción de vehículos había alcanzado las 46,498 unidades, de las cuales más de la mitad eran vehículos militares. La guerra volvería, en ambos lados del Pacífico, a los fabricantes de vehículos en fabricantes de armas y al final del conflicto, el mundo sería distinto así como los fabricantes de automóviles.
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